por Iliana Eugenia Fernández Luchetti
Atención: Texto crudo, la lectura te puede llevar a imágenes fuertes, pero es la realidad.
Este año que pasó tuve el agrado de tener contacto en el hospital con muchísimas historias de la vida diaria, entre ellas muchas relacionadas con la sexualidad.
Un tema de debate en nuestra sociedad es la reproducción y los métodos anticonceptivos.
Mucha gente llena su boca de palabras y de críticas hacia los jóvenes diciendo que no nos cuidamos, que no queremos porque nos gusta el riesgo. Ok, en algún aspecto tienen razón. Solemos vivir al límite en muchos aspectos y gran cantidad de veces “se nos escapa la tortuga” pero no siempre es así, ¡Y no siempre nos sucede a los jóvenes!
Particularmente hubo un día que participé de una charla-debate en la que escuché muchas historias que me dejaron especialmente helada. Yo de alguna manera intuía que lo que hace falta es sacar el tabú de la sociedad y empezar a educar y hablar de sexo como lo que realmente es, algo propio de nuestra naturaleza y de todos los seres vivientes; pero este día lo terminé de confirmar.
Pacientes que llegan al hospital pidiendo ayuda porque no quieren más hijos y que al poco tiempo vuelven embarazados, un hombre al que se le tuvo que operar el pene, literalmente cortárselo porque se le había necrosado (podrido en términos de la vida diaria). Cuando nos enteramos de esto, claramente preguntamos cuál era la falla...
Y he aquí la respuesta: Mujeres que le dan las pastillas anticonceptivas a sus maridos, mujeres que se colocan estas pastillas en la vagina, señores que se cuidan con medias de lycra o lana sustituyendo a un preservativo, o como en el caso del poco afortunado señor de la amputación del pene: “Se ponía un hilo atado alrededor del miembro cada vez que tenía relaciones para apretarlo en el momento de la eyaculación y no acabar durante la penetración.” Claro, lo que este señor no sabía era que un día se iba a quedar dormido con su miembro "amatambrado" y se le iba a cortar la circulación llevándolo a una pérdida del mismo.
Entonces...
DESTERREMOS MITOS.
Nadie quiere que le amputen el pene, ni nadie seguramente quiere tener un hijo NO deseado.
Los métodos anticonceptivos son muy variados, y actualmente vienen cada vez más mejorados. Para los jóvenes con un solo método no basta, porque uno puede fallar (eso no quiere decir que poniéndote dos preservativos juntos cubras la demanda, no no).(*)
Los métodos utilizados tienen que ser DOS DIFERENTES. Se debe utilizar SIEMPRE el preservativo para evitar la transmisión de enfermedades (que atenti al piojo, no sólo HIV es lo que podemos contraer. El HPV lo esta sufriendo actualmente alrededor del 80% de la población femenina sexualmente activa) y éste método complementarlo con otro que recomiende el médico.
¡No se dejen estar!
Actualmente en los hospitales públicos tenemos prevención GRATUITA.
Tenemos charlas, médicos a nuestra disposición y una variedad de métodos para cuidarnos.
Es importante.
QUERETE, no te dejes estar.
¡INFORMATE, rompé con los MITOS!
(*) Ponerse dos preservativos, lleva a la rotura de los mismos, por la fricción.
